Este fin de semana, se evitó un cierre del Gobierno de Estados Unidos al firmar un proyecto de ley de gasto temporal horas antes de la fecha límite. Este acuerdo obtuvo el respaldo de ambas cámaras del Congreso, permitiendo que las operaciones federales continúen hasta mediados de noviembre. A pesar de las tensiones políticas, se llegó a un consenso sin incluir fondos adicionales para Ucrania, un punto de fricción importante entre los legisladores.

Contexto Político

El expresidente Donald Trump había instado a los legisladores republicanos a forzar un cierre como medio de presión. Sin embargo, esta jugada política no recibió el apoyo necesario dentro del partido. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y otros líderes demócratas expresaron su satisfacción con la medida, resaltando que se evitaron perjuicios mayores para el país.

Kevin McCarthy, presidente de la Cámara Baja, logró maniobrar dentro de su partido y obtener suficientes votos para pasar el proyecto de ley. McCarthy comentó:

“Lograr la unidad no siempre es fácil, pero hoy hemos demostrado que podemos trabajar juntos por el bien común.”

Los demócratas, por su parte, enfocados en evitar un cierre, decidieron no obstaculizar el acuerdo a pesar de la omisión de la ayuda a Ucrania, una prioridad para el gobierno de Joe Biden.

Los datos duros de la votación muestran:

• El Senado aprobó el proyecto con una mayoría significativa.
• Más del 68% de los legisladores dieron su respaldo en la Cámara Baja.

Este respiro temporal da margen a los congresistas para trabajar en un acuerdo de financiamiento a largo plazo. A pesar de las divisiones internas, tanto en el partido republicano como en los demócratas, el objetivo es evitar otra crisis en unas semanas.

A medida que se van disipando las tensiones en torno a este tema, los analistas políticos destacan que el Congreso enfrenta nuevos retos, como la negociación sobre la ayuda a Ucrania y otros temas críticos como el techo de deuda.