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Comerciantes en el Centro Histórico enfrentan extorsiones hasta de 20 mil pesos, afectando su seguridad económica y emocional. Autoridades intensifican investigaciones para contrarrestar esta amenaza.
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Extorsiones afectan comerciantes del Centro Histórico de CDMX

En el corazón de la Ciudad de México, comerciantes han estado enfrentando una grave problemática de extorsiones. Estas prácticas delictivas se han convertido en una carga económica y emocional para muchas personas que intentan ganarse la vida de manera honesta en el centro de la capital.

Extorsiones en el Centro Histórico

Los pagos exigidos por los extorsionadores pueden llegar hasta los 20 mil pesos mensuales. Estos criminales exigen el dinero bajo amenazas de violencia o de dañar los negocios, dejando a los comerciantes con poco margen de maniobra y bajo miedo constante.

Las autoridades han iniciado investigaciones para abordar este asunto que afecta no solo la seguridad económica de los comerciantes, sino también la percepción de seguridad en toda la zona. Uno de los investigadores mencionó que han identificado varios grupos que operan en el área, cada uno con su propia estructura y modus operandi.

Un comerciante, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, comentó:

La situación es insostenible. No podemos trabajar tranquilos. En lugar de dedicar nos a mejorar nuestros negocios, estamos siempre preocupados por cumplir con estas demandas.

Las estadísticas recopiladas muestran un incremento en estos incidentes en los últimos años, lo que ha generado mayor preocupación entre la comunidad comercial del Centro Histórico.

Algunos datos relevantes sobre la situación incluyen:

  • Las extorsiones se han incrementado un 25% en el último año.
  • Más de 50 casos nuevos se reportaron solo en el último trimestre.
  • Se estima que el 70% de los comerciantes han enfrentado algún tipo de extorsión.

En respuesta, asociaciones de comerciantes han solicitado mayor presencia policial y acciones concretas para garantizar su seguridad y proteger sus derechos. Aunque se han realizado algunas detenciones, todavía queda un largo camino por recorrer para resolver este problema de manera efectiva y sostenible.

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