El huracán Rafael, ahora clasificado como categoría 3, impactó con fuerza en Cuba, provocando extensos daños en infraestructura y comunidades. Con vientos sostenidos de 195 km/h, este fenómeno natural ha afectado a varias provincias del país, dejando una estela de devastación a su paso.
Devastación en múltiples provincias
Cuba experimentó el embate del huracán Rafael durante la noche y las primeras horas de la mañana. Las provincias más afectadas fueron Pinar del Río, Artemisa y La Habana. Los informes preliminares indican que miles de viviendas han sufrido daños severos, y muchas de ellas han quedado completamente destruidas.
El sistema eléctrico también ha sido gravemente afectado, dejando sin electricidad a gran parte del oeste del país. El gobierno cubano ha movilizado equipos de emergencia y brigadas de reparación para intentar restablecer los servicios básicos lo más pronto posible.
Hasta ahora, no se han reportado víctimas mortales, gracias en gran parte a las medidas preventivas tomadas por las autoridades, quienes evacuaron rápidamente a miles de personas y reforzaron infraestructuras críticas antes de la llegada del huracán.
- Vientos sostenidos: 195 km/h
- Categoría: 3
- Provincias afectadas: Pinar del Río, Artemisa, La Habana
“La prioridad es salvaguardar vidas y comenzar la reconstrucción de las zonas afectadas, garantizando el suministro de alimentos y agua potable a los damnificados”
, declaró un portavoz del gobierno cubano.
A medida que la tormenta se desplaza hacia el norte, se espera que los efectos disminuyan, sin embargo, las advertencias de fuertes lluvias y posibles inundaciones continúan en varios puntos del país. Las autoridades instan a la población a mantenerse en lugares seguros y seguir las indicaciones oficiales para evitar cualquier riesgo adicional.
Se pronostica que, en las próximas horas, el huracán Rafael perderá fuerza al moverse hacia aguas abiertas del Atlántico, pero las autoridades se mantienen vigilantes ante cualquier cambio en el comportamiento del fenómeno. Brigadas de rescatistas y voluntarios continúan trabajando arduamente en las zonas más afectadas para evaluar