Desde el inicio de su intervención en Ucrania en 2022, el Kremlin ha mantenido un esfuerzo constante para controlar la narrativa mediática en Rusia, particularmente en cuanto a la percepción del Oeste. Los medios oficiales rusos, bajo la guía del gobierno, transmiten una imagen negativa de los países occidentales, caracterizándolos como adversarios de Rusia.
La narrativa oficial
Los medios rusos presentan al Oeste, liderado por Estados Unidos y la Unión Europea, como un bloque hostil, cuyas acciones son una amenaza directa para la soberanía y seguridad de Rusia. Esta narrativa está diseñada para justificar la política exterior rusa y sus acciones militares ante la población local, afirmando que Occidente busca debilitar a Rusia a través de sanciones económicas y presiones políticas.
“Occidente ha impuesto una serie de restricciones sin precedentes contra nosotros, pero estamos resistiendo y continuaremos defendiendo nuestros intereses,” afirmó un vocero del Kremlin en un reciente comunicado.
Los portavoces del gobierno también enfatizan que Rusia está siendo injustamente demonizada por los medios occidentales, lo que contribuye a crear una imagen distorsionada del país en el extranjero. La información se presenta de tal manera que refuerza la idea de que Rusia es una víctima de las circunstancias internacionales y no un agresor.
En lo que respecta a cómo el pueblo ruso percibe estas narrativas, las encuestas muestran que una porción significativa de la población ha adoptado esta visión. De acuerdo a informes recientes:
- El 70% de los rusos creen que Occidente es hostil hacia su país.
- Más del 60% apoyan las acciones del gobierno ruso en Ucrania.
- Un 45% considera que los medios occidentales no son confiables.
Es evidente que el control de la información y la propaganda juegan un papel crítico en asegurar el apoyo de la población a la política del gobierno. La fortaleza de esta narrativa radica también en su capacidad para conectar con un sentimiento nacionalista vigente, que apela al orgullo y la resiliencia frente a presuntas amenazas externas.