En las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, la política comercial será un tema central en las propuestas de Donald Trump, quien ha indicado su intención de reevaluar y posiblemente aumentar los aranceles a las importaciones, especialmente de China. Trump, quien fue presidente de Estados Unidos de 2017 a 2021, ha sido conocido por su postura proteccionista, buscando proteger la industria nacional mediante la imposición de tarifas a bienes extranjeros.
Un enfoque renovado en aranceles
Durante su mandato, Trump implementó una serie de aranceles que principalmente afectaron a las importaciones chinas, dando inicio a lo que muchos llamaron una guerra comercial con Beijing. Según quienes están familiarizados con su campaña actual, él planea aplicar una política aún más agresiva si gana las elecciones en 2024.
Robert Lighthizer, quien fue el representante comercial de Estados Unidos bajo Trump, ha hablado sobre la importancia de regresar a un enfoque de negociación estricta, enfatizando que esta política buscaría no solo reequilibrar el comercio con China, sino también impulsar la manufactura estadounidense. En relación con este enfoque, Lighthizer comentó:
“Nuestra prioridad siempre ha sido garantizar que los trabajadores estadounidenses tengan un campo de juego nivelado”.
Durante la administración Trump, los aranceles impuestos tuvieron los siguientes efectos:
- Aumento de costos para importadores y consumidores estadounidenses.
- Retaliación por parte de China con aranceles en productos estadounidenses.
- Reubicación de algunas cadenas de suministro fuera de China.
Los críticos de esta estrategia advierten que el incremento de aranceles podría llevar a una inflación más alta, afectando a los consumidores y a las compañías en Estados Unidos. Sin embargo, Trump y sus asesores aseguran que los beneficios a largo plazo para la economía estadounidense justificarían esta medida.
En conclusión, dependiendo del resultado de las elecciones de 2024, Estados Unidos podría ver una política comercial más estricta, dirigida nuevamente a reducir el déficit comercial y proteger las industrias nacionales frente a competidores extranjeros.