La inflación en México sigue mostrando señales de desaceleración. Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la primera quincena de diciembre, la inflación anual se situó en un 4.44%. Esta cifra representa una disminución en comparación con el 4.58% registrado en noviembre, consolidando una tendencia de descenso observada en los últimos meses.

Descenso en los precios de algunos productos

El informe del INEGI destaca que durante este periodo, algunos rubros mostraron una reducción en sus precios, contribuyendo a la baja de la inflación general. Entre los productos que más incidieron en este fenómeno se encuentran algunos bienes de consumo básico.

• Los precios de las frutas y verduras registraron un descenso importante.
• El costo de la electricidad también mostró una caída relevante debido a los subsidios que se aplican en algunas regiones.
• Por otro lado, el precio de los servicios mostró poca variación, lo cual ayudó a mantener la estabilidad del índice general.

A pesar de estos descensos, algunos elementos permanecieron con una tendencia al alza. El sector de alimentos y bebidas no alcohólicas, por ejemplo, continúa siendo uno de los más afectados, reportando incrementos que siguen preocupando a los consumidores. A esto se suman las alzas observadas en el transporte, particularmente en el costo de los combustibles.

“Estamos viendo una estabilización en ciertos indicadores que contribuyen a la contención de la inflación, pero aún hay áreas de preocupación, especialmente en los alimentos”, explicó un analista financiero.

La disminución de la inflación es una señal positiva para la economía mexicana, ya que indica un posible alivio en el poder adquisitivo de las familias. Sin embargo, los expertos señalan que todavía existen desafíos por delante. La volatilidad en los precios internacionalmente, así como factores internos, podrían seguir jugando un rol importante en la dinámica inflacionaria en los meses próximos.

Las autoridades económicas continúan monitoreando el panorama, buscando ajustar las políticas necesarias para mantener el control sobre la inflación y fomentar un entorno económico estable. El objetivo final es proteger el bienestar de las familias mexicanas frente a las fluctuaciones del mercado.