La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha señalado a Irán como el “mayor adversario” de su país, especialmente en el contexto actual de tensiones geopolíticas. En un reciente discurso, Harris enfatizó que la administración de Joe Biden está comprometida a enfrentar los desafíos que presenta la nación persa para la seguridad y los intereses estadounidenses.
Desafíos en seguridad nacional
Según la vicepresidenta, Irán representa una amenaza significativa no solo para Estados Unidos, sino también para la estabilidad del Medio Oriente. Harris criticó los enfoques anteriores de la administración de Donald Trump respecto a Irán, argumentando que exacerbaron las tensiones en la región.
En su declaración, Harris expresó que uno de los principales objetivos del gobierno de Biden es restablecer la paz y la diplomacia en el Medio Oriente. Se refirió a los esfuerzos diplomáticos para reactivar el acuerdo nuclear con Irán, conocido formalmente como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), del cual Estados Unidos se retiró bajo la administración de Trump.
“Nuestro objetivo es garantizar que Irán nunca obtenga un arma nuclear y que se reduzcan las hostilidades en la región”, afirmó Harris.
La vicepresidenta también destacó el papel de la cooperación internacional para abordar el desafío iraní, mencionando la colaboración con aliados europeos y socios en el Medio Oriente.
El enfoque del gobierno actual contrasta con el de Trump, quien optó por una política de “máxima presión” a través de sanciones económicas. Harris sugirió que estas medidas no solo no lograron su propósito, sino que además aumentaron el aislamiento de Estados Unidos en el escenario global.
- La administración Trump impuso sanciones más severas, argumentando que debilitarían el régimen iraní.
- Bajo esas políticas, las tensiones militares en el Golfo Pérsico se intensificaron.
- El esfuerzo diplomático actual busca reducir estas tensiones y restaurar las relaciones diplomáticas.
Finalmente, Harris subrayó la importancia de abordar no solo las amenazas nucleares, sino también otras actividades desestabilizadoras de Irán, como el apoyo a grupos militantes en toda la región. En este contexto, reafirmó el compromiso del gobierno de Biden de trabajar en estrecha colaboración con sus aliados para asegurar un futuro más seguro y estable.