La conferencia del Episcopado Mexicano hizo un llamado urgente al Gobierno de México para que implemente medidas eficaces que garanticen la paz y la seguridad en el país. Ante el aumento de la violencia en diversas regiones del territorio nacional, la Iglesia ha expresado su preocupación por la situación actual y ha pedido acciones concretas para proteger a la población.
Un llamado a la acción
Los obispos mexicanos recalcaron la necesidad de un compromiso real por parte de las autoridades, no solo para combatir la delincuencia, sino también para abordar las causas profundas que generan la violencia. Señalaron que los esfuerzos deben centrarse en la promoción del desarrollo humano, el fortalecimiento del tejido social y el respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos.
En palabras del vocero de la conferencia, Mario Moreno, la situación es crítica:
“La paz es un derecho fundamental de todos los mexicanos y vemos con gran preocupación cómo la violencia y la inseguridad siguen cobrando vidas inocentes cada día.”
Los líderes religiosos también han subrayado la importancia de la colaboración entre el Gobierno, la sociedad civil y las organizaciones religiosas para impulsar estrategias de paz duraderas que vayan más allá de las soluciones temporales o basadas únicamente en la fuerza.
El llamado de la Iglesia se produce en un momento en el que las cifras de violencia alcanzan niveles alarmantes en el país. Según datos oficiales, los índices delictivos presentan cifras preocupantes:
- Cerca de 100 homicidios diarios se registraron en los primeros meses del año.
- La violencia ha afectado especialmente a regiones en el norte y sur de México.
La Iglesia ha instado al Gobierno a adoptar un enfoque integral y multidimensional para enfrentar este reto. Las propuestas incluyen implementar políticas públicas orientadas al desarrollo económico y social, así como fomentar una cultura de paz y respeto en todos los niveles de la sociedad.
Ante este escenario, el llamado no solo busca responsabilizar a las autoridades, sino también motivar a los ciudadanos a participar activamente en la construcción de un México más seguro y próspero para todos.