Las intensas lluvias que se han registrado en los últimos días han provocado severas inundaciones en los estados de Quintana Roo, Veracruz y Tabasco, afectando a miles de personas en estas regiones del sureste mexicano.

Desbordamientos y evacuaciones

En Veracruz, el desbordamiento del río Bobos ha sido uno de los eventos más críticos, resultando en la evacuación de numerosas familias que quedaron atrapadas en sus hogares. Las autoridades han establecido albergues temporales para recibir a los afectados y garantizar su seguridad.

En Quintana Roo, las fuertes precipitaciones han causado estragos en varias comunidades, especialmente en las zonas rurales, donde las vías de acceso han quedado bloqueadas, dificultando las labores de rescate y la entrega de suministros.

Tabasco también enfrenta complicaciones debido a la subida del nivel de los ríos, lo que ha obligado a las autoridades a monitorear de cerca las zonas de riesgo y preparar planes de evacuación inmediata.

La Coordinación Nacional de Protección Civil ha desplegado equipos en las áreas más necesitadas para brindar apoyo logístico y asistencia directa a los damnificados. Sin embargo, las previsiones indican que las lluvias podrían continuar, complicando aún más la situación.

Los daños materiales son cuantiosos, con un impacto significativo en viviendas, infraestructura vial y agrícola. La recuperación de estas áreas afectadas podría tomar semanas o incluso meses, dependiendo de la magnitud de los daños y las condiciones climáticas futuras.

“Estamos conscientes de la gravedad de la situación y estamos trabajando en coordinación con las autoridades locales para atender a las personas afectadas lo más rápido posible,” manifestó un representante de Protección Civil.

Según un informe preliminar de la dependencia, se han reportado las siguientes afectaciones:

• Más de 10,000 personas evacuadas en total.
• Cientos de hectáreas de cultivos dañadas.
• Varias carreteras principales intransitables.
• Decenas de albergues habilitados.

Las autoridades recomiendan a la población mantener la calma, seguir las indicaciones oficiales y evitar cruzar zonas inundadas para prevenir accidentes y asegurar su bienestar.