La Ciudad de México se ha convertido en un punto clave para los amantes del vino natural, una tendencia que busca ofrecer al consumidor una experiencia más auténtica al evitar el uso de químicos y procesos industriales en su elaboración. Esta tendencia ha ganado popularidad en la capital y hay varios lugares destacados donde se pueden degustar estos vinos de manera única. A continuación, te presentamos tres de los lugares más recomendables.
Destinos para disfrutar del vino natural
Uno de los lugares más emblemáticos es Amaya, ubicado en el barrio de la Juárez. Este restaurante, a cargo del reconocido chef Jair Téllez, ofrece una experiencia inigualable al combinar la gastronomía de alta calidad con una excelente selección de vinos naturales, tanto nacionales como internacionales. La filosofía de Amaya se centra en respetar los procesos naturales de producción para ofrecer un producto puro y auténtico.
Por otro lado, en el dinámico barrio de la Roma se encuentra Vigneron, un espacio que apuesta por vinos de distintas partes del mundo pero siempre bajo la premisa de la mínima intervención. Además de su interesante carta de vinos, Vigneron cuenta con un ambiente relajado ideal para disfrutar de una copa entre amigos.
Por último, Salon Rosetta, la joya de la colonia Roma, no solo es conocido por su excepcional panadería, sino también por su enfoque en vinos naturales. Aquí, el usuario puede disfrutar de una experiencia más íntima donde cada botella de vino es seleccionada cuidadosamente para asegurar una calidad excepcional.
En cuanto al mercado del vino natural, el interés sigue creciendo en México y estos espacios han logrado posicionarse como referentes. Las estadísticas muestran un aumento continuo en el consumo de vinos naturales:
- Aumento del 15% en la solicitud de vinos naturales en restaurantes locales en el último año.
- Incremento del 20% en la importación de vinos naturales.
- Cada vez más productores nacionales se suman a esta práctica sostenible.
“Estamos viendo un interés creciente en nuestros clientes que desean probar vinos que respetan el proceso natural de producción, sin aditivos ni alteraciones”, comenta un representante de Amaya.
Estos lugares no solo destacan por sus propuestas culinarias, sino también por su compromiso con prácticas sosten