En un reciente informe, el Gobierno mexicano ha destacado un incremento significativo en los ingresos tributarios, lo que ha generado un rechazo a la necesidad de implementar una nueva reforma fiscal. Según el Secretario de Hacienda, el crecimiento en los ingresos se debe principalmente a la eficientización de los procesos de recaudación y a la lucha contra la evasión fiscal.
Eficiencia en la Recaudación
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, la recaudación tributaria ha mostrado un sólido desempeño en lo que va del año. Este resultado positivo ha permitido que el Gobierno asegure que no hay necesidad de introducir cambios estructurales en la política fiscal. Las autoridades han enfatizado que la mejora en los ingresos se debe a una administración más eficiente y a estrategias efectivas para aumentar el cumplimiento fiscal.
Entre los principales logros, las cifras de la Secretaría de Hacienda indican que los ingresos han aumentado de manera constante, contribuyendo de manera crucial a la estabilidad económica del país. Este incremento en los ingresos ha permitido financiar programas sociales y proyectos de infraestructura esenciales sin necesidad de aumentar impuestos.
El Secretario de Hacienda señaló:
“La estrategia de fortalecer el sistema de recaudación y combatir la evasión está dando resultados visibles. Estamos incrementando los ingresos sin agobiar a los contribuyentes con más impuestos.”
En términos de datos concretos, la Secretaría ha proporcionado un desglose que refleja los avances en recaudación:
- Los ingresos tributarios totales se incrementaron en un 6% en comparación con el año anterior.
- La eficiencia de la recaudación mejoró en un 12%, gracias a la implementación de nuevas tecnologías.
- Se logró un aumento del 15% en la captación del IVA.
Este desempeño fiscal refuerza la postura del Gobierno contra reformas fiscales por el momento, buscando en su lugar optimizar el sistema actual. Esta estrategia ha sido bien recibida por ciertos sectores económicos, aunque algunos expertos advierten sobre la necesidad de planificar a largo plazo, considerando los retos económicos futuros que el país podría enfrentar.