La situación de violencia en el estado de Chiapas continúa empeorando, ya que el narcotráfico ha incomunicado a cinco poblados en la región de Frontera Comalapa. Los habitantes de estos lugares están siendo víctimas de la lucha entre grupos delictivos rivales que se disputan el control del territorio.
Violencia y bloqueo de caminos
De acuerdo con declaraciones de los pobladores, los caminos que conectan a las comunidades están bloqueados, lo que ha limitado el acceso a servicios básicos y productos esenciales. Además, los enfrentamientos han dejado a las personas en situación de vulnerabilidad y temor constante.
“Estamos viviendo en una situación insostenible. No podemos salir de nuestras casas, y si intentamos hacerlo, corremos el riesgo de ser atacados”, mencionó uno de los habitantes afectados, quien pidió no ser identificado por razones de seguridad.
El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, ha solicitado la intervención del Gobierno Federal para restaurar el orden en la zona. Sin embargo, hasta el momento, la ayuda no ha sido suficiente para contrarrestar la influencia de los grupos criminales que operan en la región.
La Fiscalía General del Estado ha registrado un incremento en los índices de violencia y reporta lo siguiente:
- Más de 50 personas asesinadas en el último mes
- 25 enfrentamientos armados registrados en las últimas semanas
- 300 familias desplazadas de sus hogares
Las autoridades locales están trabajando en conjunto con las fuerzas federales para tratar de recuperar el control de la región y garantizar que los pobladores puedan regresar a sus hogares de manera segura. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica y la presencia del narcotráfico en esta área de Chiapas requiere de una estrategia integral para su erradicación.
La comunidad internacional también ha expresado su preocupación por la situación en Chiapas, instando al Gobierno Mexicano a tomar medidas rápidas y efectivas para proteger a la población y restablecer la paz en la región.