El Ministro Alberto Pérez Dayán, integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), declaró recientemente que no considera que una figura judicial deba ser elegida por medio del voto popular. En un evento público, Pérez Dayán expresó su perspectiva respecto a la manera en que se deberían asignar cargos relevantes en el sistema judicial mexicano.

Críticas al método de elección por voto popular

Pérez Dayán afirmó que no es el “personaje adecuado” para un cargo que requiera el respaldo del voto popular, enfatizando que quienes han dedicado su vida a la judicatura, deben mantenerse al margen de influencias exteriores a la práctica jurídica. En ese sentido, destacó que se debería respetar la independencia y autonomía del Poder Judicial, y que los procesos de elección deben centrarse en criterios de idoneidad y mérito profesional, en lugar de depender del apoyo popular.

El Ministro argumentó que los jueces o ministros deben ser seleccionados bajo un proceso que garantice imparcialidad y experiencia, en lugar de estar sujetos a una dinámica política o electoral que pudiera afectar sus decisiones y comprometer su objetividad. Agregó que aquellos en el ámbito judicial tienen el deber de promover una justicia basada en el derecho y no en intereses políticos.

En su intervención, Pérez Dayán también expresó su preocupación por el impacto que podría tener una posible reforma que implicara la elección directa de jueces y ministros. Según el Ministro, tales cambios pueden contribuir a la politización del Poder Judicial, lo cual podría deteriorar la calidad de la justicia impartida en el país. Señaló que cualquier modificación en el sistema judicial debe ser evaluada cuidadosamente para garantizar que se mantenga su finalidad primordial de servir al estado de derecho.

• Independencia del Poder Judicial frente a influencias políticas.
• Necesidad de procesos de selección basados en mérito e idoneidad.
• Riesgos de la politización en la impartición de justicia.

En conclusión, la postura de Pérez Dayán refleja las preocupaciones de varios sectores sobre mantener la integridad de instituciones esenciales para el funcionamiento del sistema democrático en México. En sus palabras, el enfoque principal debe quedarse en

“la impartición de justicia y no la búsqueda de popularidad