La península de Yucatán se prepara para enfrentar uno de los huracanes más intensos del año, según expertos meteorológicos. El huracán, que ha sido clasificado como de categoría 4, avanza con vientos sostenidos de 220 km/h, generando preocupación en las autoridades locales y entre los residentes de la región. La alerta se ha extendido a lo largo de la costa, desde Cancún hasta Campeche, con medidas preventivas ya en marcha para reducir los posibles daños.

Impacto Potencial del Huracán

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos ha advertido sobre la posibilidad de “marejadas ciclónicas” y fuertes lluvias, que podrían resultar en inundaciones significativas en áreas bajas. En base a los modelos de predicción, se espera que el huracán toque tierra en algún punto de la península a mediados de semana. Las autoridades han enfatizado la importancia de seguir las indicaciones oficiales para garantizar la seguridad de las personas.

Las evacuaciones se han organizado en diversas comunidades costeras ante la amenaza de olas de hasta seis metros de altura. Se han habilitado refugios temporales que cumplen con los protocolos de seguridad adecuados para proteger a los evacuados durante la tormenta.

A continuación, algunos datos relevantes respecto al huracán en camino:

• Vientos sostenidos: 220 km/h
• Clasificación: Categoría 4
• Áreas bajo alerta: Toda la costa de Yucatán
• Posible altura de olas: Hasta 6 metros

El Gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, señaló la importancia de estar preparados y actuar con prontitud.

“Estamos tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestra gente. Instamos a todos a seguir las recomendaciones de Protección Civil y no subestimar la fuerza del huracán,”

declaró Vila Dosal.

Por su parte, las autoridades de turismo han informado sobre las cancelaciones de vuelos y cruceros, mientras que las escuelas y centros de trabajo en las zonas afectadas han suspendido actividades de forma preventiva. La población ha estado abasteciéndose de suministros esenciales, como agua potable y alimentos no perecederos, ante la