La jornada de protestas emprendida por los trabajadores del Poder Judicial de la Federación en la Ciudad de México cobró un nuevo giro al extenderse hasta los alrededores del Palacio Nacional, ubicado en el corazón del Centro Histórico. Este movimiento surgió como respuesta a la aprobación en la Cámara de Diputados de la Ley de Austeridad que afectará las prestaciones de los trabajadores de este sector.
Avance de las protestas
El grupo de manifestantes, conformado por trabajadores judiciales, comenzó su marcha desde la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el Zócalo capitalino. En su trayecto, derribaron vallas de seguridad que habían sido colocadas para contener las protestas, avanzando así hacia las inmediaciones del Palacio Nacional.
Durante la protesta, los trabajadores expresaron su desacuerdo con las recientes reformas, afirmando que estas medidas son un ataque directo a sus derechos laborales. Entre sus principales reivindicaciones, exigen la restitución de sus bonos y prestaciones, las cuales consideran indispensables para su estabilidad económica.
Un portavoz del movimiento declaró:
“No vamos a ceder hasta que se reviertan las medidas que atentan contra nuestro bienestar. Nuestras condiciones laborales no son un lujo, sino una necesidad básica”.
El acto de manifestación, que se ha desarrollado de manera pacífica en su mayoría, ha interrumpido el habitual flujo vehicular de la zona, afectando tanto a ciudadanos locales como a turistas que visitan el centro histórico. Las fuerzas de seguridad monitorean la protesta, aunque no han intervenido directamente en las alteraciones.
A continuación, se presentan algunos datos relevantes sobre las recientes reformas y sus impactos:
- El recorte de prestaciones afecta principalmente a los bonos de fin de año.
- Miles de trabajadores del Poder Judicial se ven afectados por esta medida.
- Las manifestaciones han tenido lugar en varias ciudades del país, no solo en la capital.
Las protestas previstas continuarán durante los próximos días en busca de una respuesta favorable a sus demandas, mientras el Gobierno se enfrenta a crecientes desafíos para equilibrar sus políticas de austeridad con las necesidades de sus empleados.