A siete años del devastador sismo del 19 de septiembre de 2017, la reconstrucción en la Ciudad de México sigue siendo un tema controvertido y lleno de irregularidades. Desde daños estructurales en edificios hasta la entrega de recursos para la rehabilitación de viviendas, las inconsistencias y la falta de transparencia en el manejo de los fondos han puesto en entredicho la gestión gubernamental.

Rehabilitación con problemas

El sismo dejó graves afectaciones en distintas alcaldías de la capital, entre ellas Tláhuac, Xochimilco y Benito Juárez. A pesar de los esfuerzos anunciados por las autoridades, habitantes de las zonas afectadas denuncian la lentitud y la mala calidad de los trabajos de reconstrucción.

“Nos prometieron que nuestras casas estarían listas en un año, pero ya han pasado siete y seguimos esperando”, comentó una vecina de Tláhuac.

Según datos oficiales, el gobierno de la Ciudad de México ha destinado miles de millones de pesos a la reconstrucción, pero los problemas persisten.

• El 40% de los inmuebles dañados sigue sin ser reparado.
• El 30% de los recursos asignados no ha sido transparentado adecuadamente.
• Se han gastado aproximadamente 12 mil millones de pesos en el proceso de rehabilitación.

Además, un reciente informe del Congreso capitalino revela que gran parte del gasto no ha sido bien documentado, lo que ha generado sospechas sobre posibles desvíos de recursos. Esta falta de claridad y rendición de cuentas ha llevado a organizaciones civiles a exigir una auditoría exhaustiva.

La Comisión para la Reconstrucción ha defendido su labor, arguyendo que los retrasos se deben a la complejidad de las reparaciones y a problemas técnicos inherentes a cada caso. Sin embargo, esta explicación no ha sido suficiente para las miles de familias que aún viven en condiciones precarias.

“Lo único que pedimos es saber en qué se está invirtiendo el dinero”, afirmó uno de los líderes vecinales de Xochimilco.

La incógnita sobre el destino de los fondos y la calidad de las obras