En un controversial evento, José Refugio Sánchez, conocido como el “narcoalcalde” de Amecameca, Estado de México, llevó a cabo un simulacro de intervención de un convoy del narcotráfico, donde un grupo de personas vestidas con uniformes y armamento similar al del crimen organizado recorrieron las calles del municipio el pasado fin de semana.
Una provocación desafiante
El evento fue presentado como parte del festival cultural de Amecameca, titulado “Luz y Tradición”, y culminó con un disparo de fuegos artificiales. Sin embargo, la representación gráfica de dicha actividad, que supuestamente buscaba mostrar las tradiciones del Día de Muertos, generó una amplia controversia y críticas debido a la sensibilidad del tema en un país azotado por la violencia del narcotráfico.
Grupos de ciudadanos y críticos han señalado que no es apropiado que una figura pública, cuya administración está encargada de la seguridad y el bienestar de la comunidad, organice eventos que puedan ser interpretados como una glorificación de la violencia y el crimen organizado. Además, esta actuación llegó en un momento en que muchas localidades están luchando contra la violencia vinculada al narcotráfico en toda la región.
El presidente municipal, durante la simulación militarizada, se encontraba saludando y sonriendo mientras los supuestos miembros del cártel desfilaron en hileras. En respuesta a las críticas, Refugio Sánchez afirmó que no hubo ninguna intención de celebrar o promover a los cárteles de la droga. Dijo que el evento fue una representación creativa y que no buscaba hacer apología de la violencia.
- Habitantes del área expresaron preocupación sobre cómo tales exhibiciones pueden afectar la percepción y el temor dentro de la comunidad.
- Expertos en seguridad consideran que estos actos inusuales pueden incrementar la tensión y colocar en riesgo la percepción de estabilidad en la región.
Ante la creciente indignación, algunos ciudadanos han solicitado que se investigue el evento más a fondo, para determinar si hubo alguna violación a las normas vigentes en materia de seguridad pública y cultura.
“No podemos permitir que las calles de nuestro municipio sean una plataforma para glorificar