Según fuentes militares, el ejército israelí ha colocado explosivos en los búnkeres subterráneos de Hezbolá en el sur del Líbano, como parte de una estrategia para frenar las actividades del grupo armado. Esta información se ha dado a conocer en medio de una creciente tensión en la región, donde Israel y Hezbolá han estado involucrados en múltiples enfrentamientos en los últimos años.
Detalles de la Operación
Las fuentes indican que los explosivos fueron colocados en una serie de operaciones encubiertas llevadas a cabo por unidades de élite del ejército israelí. Los operativos se realizaron durante las últimas semanas, con el objetivo de socavar las infraestructuras subterráneas de Hezbolá, que se utilizan para almacenar armas y coordinar acciones militares.
“Estas acciones buscan reducir la capacidad operativa de Hezbolá y mitigar la amenaza que representan para la seguridad de Israel,” mencionó uno de los oficiales involucrados en la operación.
La estrategia de emplear explosivos en los búnkeres subterráneos no solo apunta a neutralizar los escondites de armas, sino también a enviar un mensaje claro a Hezbolá sobre el alcance de las capacidades de inteligencia y operativas de Israel.
- Operaciones llevadas a cabo por unidades de élite.
- Explosivos colocados en búnkeres subterráneos.
- Objetivo: reducir capacidad operativa de Hezbolá.
Hezbolá, por su parte, no ha emitido ningún comunicado oficial al respecto, aunque se espera que la situación en el sur del Líbano permanezca tensa en los próximos días. La comunidad internacional, especialmente a través de Naciones Unidas, ha manifestado su preocupación por este incremento en las hostilidades y ha instado a ambas partes a actuar con moderación.
La última gran confrontación entre Israel y Hezbolá ocurrió en 2006, cuando se desencadenó una guerra de 34 días que causó grandes pérdidas humanas y daños materiales en ambos lados. Desde entonces, el sur del Líbano ha sido escenario de esporádicos enfrentamientos y una constante