Las relaciones entre México y España han experimentado altibajos desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México. Durante su mandato, se han registrado diversos episodios de tensión que han marcado la relación bilateral entre ambas naciones. A continuación, se detallan los desencuentros más significativos.
Tensiones históricas y políticas
En marzo de 2019, López Obrador envió una carta a Felipe VI, Rey de España, en la cual le solicitaba una disculpa por los abusos cometidos durante la Conquista. Esta petición fue rechazada por el gobierno español, quien afirmó que los eventos históricos no pueden ser juzgados con los parámetros actuales.
En palabras del presidente mexicano:
“Considero que es algo necesario para sanar heridas y establecer una relación más igualitaria entre nuestras naciones”.
Un año después, en 2020, el Presidente López Obrador anunció un boicot a las empresas españolas en México, argumentando que habían incurrido en prácticas corruptas durante gobiernos anteriores. Esta acción generó preocupación entre los inversionistas y empresarios españoles, quienes venían operando en México desde hace varias décadas.
Estadísticas del comercio bilateral
A pesar de los conflictos políticos, el comercio entre México y España ha tenido una relevancia significativa. Aquí algunos datos destacados:
- España es el segundo inversor más grande de la Unión Europea en México.
- El comercio bilateral alcanzó los 10 mil millones de dólares en 2020.
- Hay más de 6 mil empresas con capital español operando en territorio mexicano.
A pesar de las tensiones, ambos países han expresado su interés en mantener relaciones comerciales y diplomáticas sólidas. En recientes declaraciones, el embajador de España en México expresó su deseo de mejorar las relaciones diplomáticas:
“España y México tienen lazos históricos y culturales muy profundos, y estamos comprometidos en fortalecerlos”.
El futuro de las relaciones entre México y España dependerá de la capacidad de ambos gobiernos para resolver sus diferencias y consolidar un diálogo constructivo. Mientras tanto, los sectores económico y empresarial continúan siendo pilares fundamentales en esta relación bilateral.
