El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido una figura constante en los titulares de noticias, y recientemente ha vuelto a centrarse en un nuevo objetivo: Google. En un mitin celebrado el sábado, Trump declaró que Google debería ser procesado debido a los resultados de búsqueda que, según él, muestran parcialidad en su contra.
Declaraciones de Trump
Durante su discurso, Trump expresó sus preocupaciones sobre la influencia de las grandes empresas tecnológicas en la opinión pública y en los procesos democráticos. Según el expresidente, los resultados de búsqueda de Google están manipulados para mostrar noticias y artículos negativos sobre él y sus seguidores.
“Google me odia. Lo sabemos. Google y otros medios sociales tratan injustamente a los conservadores y esto debe investigarse,” afirmó Trump en su discurso.
El expresidente también sugirió que el Departamento de Justicia debería tomar medidas enérgicas contra Google y otras plataformas de tecnología que, según él, muestran un sesgo sistemático contra las voces conservadoras.
Google responde a las acusaciones
Google no ha tardado en responder a las declaraciones de Trump. En un comunicado, la empresa afirmó que sus algoritmos de búsqueda están diseñados para proporcionar resultados relevantes y útiles, y que no están manipulados para favorecer una ideología política en particular.
“Nuestros sistemas de búsqueda están diseñados para proporcionar resultados útiles y relevantes. No utilizamos la información para manipular opiniones políticas,” dijo un portavoz de Google.
Las declaraciones de Trump han intensificado el debate sobre la posible parcialidad de las plataformas de tecnología y su impacto en el panorama político. Algunas estadísticas sobre el uso de estas plataformas son las siguientes:
- Cerca del 90% de los internautas en Estados Unidos utilizan Google como su motor de búsqueda principal.
- Más del 60% de los estadounidenses obtiene sus noticias a través de plataformas en línea.
Es importante señalar que esta no es la primera vez que Trump ha arremetido contra las grandes tecnologías. Durante su presidencia, ya había acusado a varias empresas tecnológicas de parcialidad y censura. Su declaración reciente sobre Google ha reavivado el debate y ha puesto nuevamente en el foco de atención las prácticas y políticas de estas gigantes tecnológicas.
